jueves, diciembre 28, 2006

Ab absurdo 2

Canto II

UNIVERSET

¡Qué mello! Entraremos de lleno a este escabroso caracol, así que, con el permiso totalmente innecesario de la Reina Victoria empecemos esto:

Todo el universo se rige por tres super-duper-postulados no diferenciales:

1.- Toda partícula matemáticamente imposible comerá pastelillos en cantidades olímpicamente estúpidas, de no ser que Maquiavelo lea su diario íntimo.

2.- Cada tres cuantos más un cuanto hace cuatro cuantos, y medio cuanto más tres cuantos hace un voltio.

3.- La dimensión espacio-tiempo es directamente proporcional al cuatriciclo a través de las pirámides, obviando las treinta y cuatro velocidades.

Además, si y solamente si, el karaoke no afecta la rodilla de King Kong, pues Homero no valdrá lo que los ohmios quisieran, ya que vuestro yoga es tan bueno como el tai-chi de Yoda, y tras este excelente cóctel masajeante los pantalones con cascabeles no caerán, y si esto no fuere, se desataría un incalculable caos que ni Björk podría controlar, así que, bajo lo estricto de la ridícula excepción de un jugador de fútbol americano; un triste y feliz teclado QWERTY hará la diferencia entre paganos y la división minúscula. He dicho.

Coloreando cada átomo, los quasares probablemente implotarían hacia su centro, la canción de Shakira se extendería al infinito y más allá provocando Edenes donde las ondas sonoras tocasen, convirtiéndolo todo en un universo tangente de oblicuos paralelismos al asesinato Kennedy, cada galleta, por defecto, es igual a la suma de varios ratones con cara de rana. Y por cierto, le da una cachetada llena de clichés pasteleros y sus respectivos guantes, claro está, no hace falta aclarar tal bazofia.

Simple, no observes a Buda mientras come zarzamoras importadas del Ártico, de nada sirve haber visto Saw, de todas formas, los artículos indeterminados caerán por su propio peso.

Camuflajes van, camuflajes vienen, bah, ya sabes la respuesta, un simple helado de chocolate colgando de tu anaranjado pino navideño, cada disco viene a ser lo mismo, simple bioética de cajón, unas cuantas estampas aquí y allá, nada que un monitor no arregle, ya que la perpendicularidad del planeta de los simios no es discutible. Mientras tanto sigue oliendo el punk y tirándole donas a la luna, que nunca tendrá su propio antro, que el universo estallará en mil girasoles tarde o temprano algún año de esta semana.

La maquina del tiempo de Carlos Slim, la dorada aguja de Carlos V, el planeta al revés de Jolette y el increíble castillo vagabundo, colapsará el universo en tan solo 28 días o menos, quizás 300 días.

Y he ahí todo, un simple número 42.





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